Guía práctica con todo lo que tienes que saber
¿Te imaginas tener una paleta de colores personalizada, diseñada exclusivamente para resaltar tus propios rasgos naturales, desde la elección del color de tu ropa hasta el tono perfecto de tu maquillaje?
Entender cómo funcionan los colores y cómo interactúan entre sí no solo puede realzar tu belleza natural, sino también ayudarte a destacar tus rasgos únicos y a corregir alguna zona pigmentada que tengas y que quieras quizás disimular.
La colorimetría aplicada al maquillaje se basa en la identificación de tonos de piel y la elección de colores que armonicen o contrasten de manera favorable.
El primer paso en la colorimetría del maquillaje es identificar el subtono de tu piel, y tu estación de color. Los subtonos cálidos tienen matices dorados o amarillos, mientras que los fríos tienden hacia los azules o rosados.
Una vez que conoces tu subtono, es hora de elegir los colores adecuados para tu maquillaje:
Subtonos Cálidos: Opta por tonos tierra, dorados, cobrizos y bronces. Estos colores complementan y realzan tu piel, aportando un brillo natural.


Subtonos Fríos: Los tonos rosados, azulados y plateados serán tus mejores aliados. Añaden un toque fresco y luminoso a tu apariencia.


La colorimetría también es clave en la corrección de pieles pigmentadas. Por ejemplo, para neutralizar ojeras con tonalidades azuladas, puedes utilizar correctores en tonos anaranjados. Si deseas disimular rojeces, los tonos verdes serán tus mejores aliados. Esta técnica se basa en una de las teorías del color, donde colores opuestos en el círculo cromático se neutralizan entre sí.
Si quieres aprender más sobre correctores y teoría del color, desgarga aquí MI GUÍA COMPLETA DE CORRECTECTORES
La colorimetría en el maquillaje es más que una tendencia; es una herramienta poderosa para destacar lo mejor de ti.
Espero que te haya gustado y si tienes dudas, te espero por instagram @lisetteliberona
Con cariño

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